El verano es una época maravillosa para desconectar, disfrutar de las vacaciones, y permitirnos ciertos caprichos que a menudo no forman parte de nuestra rutina habitual. Sin embargo, cuando llega septiembre, muchas personas sienten la necesidad de volver a los buenos hábitos y recuperar su rutina saludable. Si este es tu caso, aquí te dejamos algunas claves para que el regreso a la normalidad sea sencillo y, sobre todo, sostenible a largo plazo.

1. Adopta una Alimentación Equilibrada y Realista
Es tentador caer en la trampa de las dietas milagro después de los excesos veraniegos, pero estas no son la solución. Lo más importante es volver a una alimentación equilibrada que puedas mantener en el tiempo. Aquí algunos consejos:
Planifica tus comidas: Dedica un tiempo a planificar tus comidas semanales. Esto te ayudará a mantener una alimentación variada y evitará las decisiones impulsivas.
Prioriza alimentos frescos y naturales: Llena tu despensa y nevera con frutas, verduras, proteínas magras, y granos enteros. Estos alimentos te aportan los nutrientes necesarios para sentirte bien y con energía.
Modera los ultraprocesados: Aunque es normal permitirse algún capricho, trata de que la mayoría de tu alimentación se base en alimentos mínimamente procesados.
Hidrátate adecuadamente: Después del verano, es posible que hayamos descuidado la hidratación. Retoma el hábito de beber suficiente agua cada día.

2. Reestablece una Rutina de Ejercicio Física
Volver a hacer ejercicio puede ser desafiante después de un descanso, pero es clave para retomar un estilo de vida saludable. No hace falta que te apuntes al gimnasio de inmediato o que te exijas demasiado desde el principio. Sigue estos pasos para que el ejercicio vuelva a ser parte de tu vida:
Empieza poco a poco: Si has estado inactivo durante las vacaciones, comienza con actividades ligeras como caminar, nadar o hacer yoga. La clave es ser constante.
Establece metas realistas: No te propongas objetivos imposibles. En lugar de ello, establece pequeñas metas alcanzables que puedas ir aumentando gradualmente.
Encuentra una actividad que disfrutes: El ejercicio no tiene por qué ser una tarea. Busca una actividad que te guste, ya sea bailar, andar en bicicleta o practicar algún deporte en equipo.
Incluye el ejercicio en tu rutina diaria: Encuentra un momento del día que puedas dedicar al ejercicio y mantenlo como un compromiso contigo mismo.

3. Recupera Horarios y Hábitos de Sueño Saludables
El verano a menudo trae consigo horarios más flexibles y, en ocasiones, alteraciones en nuestros patrones de sueño. Dormir bien es fundamental para tu bienestar general y para mantener un equilibrio en tu rutina diaria. Aquí te dejo algunos consejos para restablecer un buen hábito de sueño:
Retoma un horario fijo: Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días. Esto ayudará a tu cuerpo a regular su reloj interno.
Crea un ambiente propicio para el sueño: Asegúrate de que tu dormitorio sea un lugar tranquilo, oscuro y cómodo.
Limita las pantallas antes de dormir: La luz azul de los dispositivos electrónicos puede interferir con la calidad del sueño. Trata de evitarlos al menos una hora antes de acostarte.
Relájate antes de dormir: Establece una rutina nocturna relajante, como leer un libro o practicar la meditación, para facilitar la transición al sueño.

4. Sé Paciente y Compasivo Contigo Mismo
Recuerda que volver a los buenos hábitos no es un proceso que ocurra de la noche a la mañana. Es normal que te lleve un tiempo adaptarte de nuevo a tu rutina saludable, y no pasa nada si no es perfecto desde el principio. Lo importante es mantener una actitud positiva y ser paciente contigo mismo.
Evita la autocrítica excesiva: Si un día te sales del plan, no te castigues. Reconoce lo que sucedió, aprende de ello, y vuelve a intentarlo al día siguiente.
Celebra tus pequeños logros: Cada paso que des hacia una vida más saludable es un éxito. Celebra cada pequeño progreso, porque te acerca más a tus objetivos.

Conclusión
La vuelta a la rutina después del verano es una oportunidad excelente para reestablecer hábitos saludables que te hagan sentir bien tanto por dentro como por fuera. Recuerda que no necesitas soluciones drásticas ni dietas milagro. Con una alimentación equilibrada, ejercicio moderado y hábitos de vida saludables, estarás en el camino correcto para lograr un bienestar duradero. ¡Ánimo! Este es el momento perfecto para empezar de nuevo.
Si no sabes por donde empezar, o crees que necesitas ayuda de un profesional, no dudes en ponerte en contacto conmigo y estaré encantada de ayudarte.
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